Pared Torácica


    La pared torácica se compone fundamentalmente de huesos (vértebras, costillas y esternón) y músculos. La pared torácica se allá configurada de tal modo que su volumen varia durante la respiración. La pared torácica de los lactantes es muy fina, por el desarrollo incompleto de los músculos; por eso, la caja torácica es blanda y plegable.
Durante la inspiración se realiza movimientos de la pared torácica y del diafragma provocan un aumento de todos los diámetros del tórax.
Existen 2 movimientos de la pared torácica:
·         Inspiración (la entrada del oxígeno)
·         Expiración (la salida del bióxido de carbono).

   La piel del tórax, como la de cualquier otra zona, consta de una capa superficial o epidermis y una capa de tejido conjuntivo profunda o dermis. Las fascias se encuentran en la profundidad de la piel.
   Fascia superficial (también denominada tela subcutánea o hipodermis) se compone por tejido conjuntivo laxo, con una cantidad variable de grasa, la fascia superficial que se extiende entre la dermis y la fascia profunda subyacente, contiene además glándulas sudoríparas, vasos sanguíneos y linfáticos y nervios.
    Fascia profunda es fina, pero habitualmente densa y se inserta de una manera laxa a la fascia superficial, cubriéndola en su profundidad, en donde se adhiere a los músculos subyacentes y forma una capa de revestimiento conocida como epimisio. La fascia profunda solo se puede separar mediante disección incisa, porque el epimisio emite tabiques de separación hacia los músculos.

Huesos de la pared torácica
    La caja torácica osteocartilaginosa está formada por parte de la columna vertebral (de T1 hasta T12 y sus discos intervertebrales ); 12 pares de costillas y sus cartílagos costales y el esternón. Las costillas y los cartílagos costales forman la mayor parte de la caja torácica.
Las vértebras torácicas
En relación con la caja torácica, se pueden destacar las siguientes características:
·         Estas vértebras presentan fositas de articulación con las cabezas de las costillas.
·         Muestran fositas en las apófisis transversas que se articulan con los tubérculos de las costillas exceptuando las dos o tres costillas inferiores.
·         Poseen apófisis espinosas largas.

Anatomía de superficie de las vértebras torácicas
    En general, las apófisis espinosas de todas las vértebras se suelen palpar en la línea media posterior, que se sitúa en el fondo del surco medio de la espalda. Cuando se flexiona el cuello y el tronco, la primera apófisis espinosa visible corresponde a C7; por este motivo, se denomina vértebra prominente. La apófisis espinosa de T1 también es a veces prominente, habitualmente, la apófisis espinosa de las demás vértebras torácicas no son tan llamativas, cuando se flexiona el tronco, pero también se palpan. La apófisis espinosa T10 (o T11) suele ser más corta que las demás, lo que da lugar a una discreta depresión durante la palpación. Estos hechos anatómicos son muy útiles a la hora de contar o manipular las vértebras torácicas.
    Los movimientos entre las vértebras adyacentes se hayan muy limitados en la región. Los cuerpos de las vértebras T7 y T8 están en relación con la aorta torácica que a veces aplanan su cara lateral, lo cual se puede desarrollar una aneuresmia de aorta y los cuerpos de estas vértebras sufren erosión parcial como consecuencia de la compresión aneuresmica.
Las costillas
    Existen 12 huesos alongados planos también llamados costillas situados a cada lado del tórax. Las costillas forman la mayor parte de la caja torácica cartilaginosa y siguen una curva anterior y descendente. Las costillas típicas se componen de cabeza, cuello, tubérculo y cuerpo.

Costillas verdaderas
    Los primeros siete pares de costillas se les conoce con el nombre de costillas verdaderas o vertebro-esternales, porque se insertan en el esternón a través de los cartílagos costales.
Costillas falsas
    Las costillas falsas son el 8 ª al 12 ª par de costillas. Las costillas 8 ª al 10 ª se comunican a través de los cartílagos costales con los cartílagos de la costilla superior. Las costillas 9 ª y 12 ª suelen conocerse como costillas flotantes, porque no tienen ningún tipo de inserción anterior, sino que terminan en la musculatura de la pared abdominal anterior. Aunque estas costillas se encuentran libres, no flotan, si no que se articulan con el cuerpo de sus propias vértebras.




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